Diversos aeropuertos alrededor del mundo están trabajando en un reajuste de sus sistemas de iluminación para reducir gradualmente la huella de CO2
Gracias al desarrollo de nuevas tecnologías que buscan disminuir el impacto ambiental, diversos espacios han buscado alternativas que permitan una iluminación funcional de alta calidad y al mismo tiempo un uso consciente de energía para mantener índices bajos de CO2.
Para ello, en fechas recientes el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) presentó un informe de los avances realizados en materia ambiental en cuanto a la gestión de la “Acreditación de Carbono en Aeropuertos”. Con nueve años de existencia, esta iniciativa suma ya 246 aeropuertos alrededor del mundo y en este último año, dichos aeropuertos lograron reducir colectivamente las emisiones de CO2 en 347,026 toneladas. En perspectiva, se necesitarían más de ocho millones de árboles plantados durante 10 años para absorber esa cantidad de CO2.
Y es que en espacios tan amplios como los aeropuertos, donde suelen tener una extensa cantidad de actividades y flujo de pasajeros, el consumo eléctrico puede ser muy elevado tanto para fines prácticos como por seguridad. Por lo que una actualización a un sistema LED más eficiente debe considerarse detenidamente, ya que en efecto habrá una mejoría en cuanto al aspecto ambiental, no obstante, de conocer la capacidad real de este tipo de aplicaciones, el ahorro y la eficiencia pueden ser aún mejores.
Existen diversas áreas de uso rudo como las pistas de aterrizaje donde la necesidad de una buena iluminación es esencial. Hasta hace unos años, los equipos como el PAPI (Precision Approach Path Indicator), los sistemas de iluminación para trayectorias de aproximación (ALS), luces para pistas de rodaje, entre otras, eran de tungsteno y dependían de cableado, altos consumos energéticos e instalaciones complejas para su correcto funcionamiento.
Estos equipos de uso específico para aeródromos ahora cuentan con la opción que aprovecha los beneficios de la energía solar junto con la tecnología LED. A través del uso de celdas fotovoltáicas y una batería integrada, son capaces de auto gestionarse sin necesidad de cables de alimentación (lo que reduce significativamente problemas de alta tensión). A su vez cuenta con el sistema de gestión energética (EMS) el cual monitorea y analiza los datos del uso energético para identificar más posibilidades de ahorro. De esta forma se contribuye a la disminución de las emisiones de carbono, ya que el sector de la iluminación es una de las áreas de oportunidad más grandes que tienen los aeropuertos para reducir su impacto ecológico.
Por otro lado, en espacios donde el acceso a la energía solar es insuficiente como en pasillos, estacionamientos o salas de abordaje, se puede considerar la instalación de iluminación inteligente. Esta aplicación es capaz de aumentar los niveles de luz artificial a un nivel elevado cuando están en uso y un nivel mínimo al estar desocupados con base en la hora y el flujo de personas a lo largo del día, ya que con los sistemas de iluminación tradicional suelen permanecer encendidos todo el tiempo, lo que implica un alto desperdicio energético.
El informe del ACI también menciona las medidas de reducción de carbono implementadas por aeropuertos acreditados. Puesto que se han identificado más de 1700 oportunidades de reducción, y las más frecuentes se refieren a la actualización de los sistemas de iluminación y de aire acondicionado, se espera que esta iniciativa proporcione orientación adicional para los aeropuertos al momento de identificar las propuestas de gestión de carbono más adecuadas y así se alcance un nivel óptimo en la reducción de la huella ambiental.
Dentro del contexto mexicano y su actual situación en cuanto al aeropuerto en construcción, Angela Gittens, directora general del Consejo Internacional de Aeropuertos, comenta:
“Nos complace saber que el gobierno mexicano decidió recaudar $ 4 mil millones en bonos verdes para financiar el desarrollo del nuevo aeropuerto internacional en la Ciudad de México, un centro regional que se espera se convierta en el aeropuerto más grande de América Latina y que posiblemente sea el aeropuerto más importante en esta zona, mismo que cumpliría con rigurosos criterios ambientales…”
De igual forma agregó que el ACI puede brindar las herramientas necesarias para que los aeropuertos mexicanos puedan cumplir con la “Acreditación de Carbono en Aeropuertos”, ya que al día de hoy solo cuenta con once espacios certificados en dicho programa. De hecho, el Aeropuerto Internacional de Tijuana recientemente obtuvo su acreditación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario